Epifanía

viernes, marzo 18, 2011





-Vámonos-
Le dijo él con la sonrisa dibujada y sus ojos profundos de ave preparada
Entonces sintió la sangre palpitándole en las sienes.
-¿Vámomos? ¿Y A dónde?
-No sé, a cualquier parte... al mar, donde siempre has querido, solo los dos frente a la playa, donde yo también siempre he querido estar...
Y vio en ese instante prodigioso la aparición luminosa de todas sus fantasías tejidas de desconsuelos congregadas en un mismo momento y vio también dibujado en la costa el promontorio de todos sus sueños.
-¿Y el equipaje?-
-Así, sin equipaje.
Sin equipaje, por aire, sin maletas, sin amarras, pasar una temporada en el aire suspendido de tu mano, solo tú y yo y nuestros sueños, en mágico vuelo, sin teclados, sin brújulas, sin destinos, sin relojes. Tan solo juntos a volar.
-¿Así, sin amarnos?-
-¿Amarnos dices?, acaso esto no es mas fuerte, más profundo y eterno que lo que otros llaman amor? Tanto y tan grande que traspasa las barreras del tiempo y del espacio...
-¿Eso crees?-
Y la miró todavía sonriendo y despejó con sus dedos los cabellos de oro que apenas le cubrían la cara y en sus labios se dibujó la certeza de tanto tiempo juntos conjurando fantasías, llenando de palabras la locura, haciendo de sus temblores un sudario eterno, olvidando los asombros, destilando amor sobre cientos de arenas furiosas e imaginadas, mezclando las imágenes con los sueños de mil sitios absurdos cubiertos de sal y entendiéndolo todo como una epifanía...
-¿Y Cuándo?-
-Ahora mismo, en este instante-
-No tengo plata-
-Pero tenemos alas, lo sabes, tú y yo tenemos alas-
Y lo miró confusa perdiéndose en su mirada, doliéndole en el pecho la promesa de tantas noches en desventaja, el tiempo transcurrido, la elegía de sus sueños, el mundo entero pesándole sobre los hombros y vislumbró en un segundo la odisea dolorosa del roce de sus dedos...
Entonces, como suspendida en ese instante, se hundió en un ensueño que duró largo tiempo, se regocijó en el poder dulce de la sangre afiebrándola, la pena contenida en mil lágrimas largamente esperadas apretándole la garganta y mirándole a los ojos ... al fin lloró.