Vendetta

martes, noviembre 03, 2009


"Sad Clown"
(Arte Digital)

Ríe,
ríe porque te lo permito
porque ya estás muerto a pesar de todo
porque será el sonido de tu esperpéntica carcajada
el último himno que conserve el crisol de tu desvarío.

Te permitiré la risa porque intuyo tu soledad como te intuyo la piel
porque tu risa no es más que la falla en el tiempo de una voluntad devastada
porque en la risa es donde sabes expresar mejor que nadie
la estupidez de los versos que ni tú mismo comprendes.

Te permito reír mientras te dure el placer
de verte circuncidado por el silencio
para mirarte a los ojos mientras te ríes
para soñarte por última vez con tus manos recorriéndome
y recordarlo asqueada.

Te permitiré la risa como último recuerdo de tu sarcasmo fingido
apenas sostenido en sus muletas
porque ya no te bebo
porque ya no te resultan las letras escarbando en mis sentidos
porque te quiero ver la cara
enfrentando la fiereza de mi rostro.

Te permito reír ya muy lejos de los placeres devotos y los deseos sacros
para que me veas danzar al ritmo agónico de los acordes de tu risa
en donde puedo construirte y reconstruirte
coserte y descoserte
armarte y desarmarte
y trepanar con mis uñas todos los versos premonitorios
hasta ver en tu frente entrada en años y en angustias
todo el pánico confabulado con la súplica
porque ya no eres tú quien escribe
porque ya los versos parecen bailar solos
cuando han tomado la forma de mis labios.

Ríe por última vez y cuidado
que ya no es tu palabra la que acelera mis movimientos
sino las más viejas consignas
de todos mis demonios perversos
que no quieren más que ver
tu garganta negra fragmentada por el tiempo
petrificado y triste
posado en el busto de Palas desde donde nunca partirás
porque no puedes
porque no sabes
porque lo intentas
y no lo logras.

Ríe aunque ya estés muerto
a mí que más me da,
te permito reír ahora
porque desde hoy
ya no podrás volver a hacerlo
¡Nunca más!

2 comentarios:

mentecato dijo...

Vengo a abrazarte y a leerte, y a desearte siempre vastos cielos...

mentecato dijo...

¡Qué buena idea!

Siempre recuerdo la vez que me llamaste cuando compartías un trago con ¿tu hermano? en Plaza Ñuñoa. Alguna vez debería escribirse un ensayo de lo que son las mesas (en ese rito en que se comparte toda la maravilla de la vida entre los comensales).

Veré cuándo no tengo turno.}

Un abrazo.

Un abrazo.