No es que uno tenga un lado oscuro, un bajo mundo, algo que ocultar o una esencia macabra... aunque puede ser.
Todo puede ser.
A veces es bueno apagar la luz y evaporarse entre volutas, divagar a la luz de la luna, de una vela, de la ventana entreabierta, aromarse de noche.
Un bajo la piel quizá, el rescate de papelería añeja, el grito de un verso que pugna por salir a flote.
Solo ilusiones.
Aunque todo puede ser una falacia.
Amapola
A Amapola la conocí un día, ya no recuerdo bien cómo. Cayó en trance y deliró, se dio a la tarea opiácea y narcótica de declamar el frenesí de sus impulsos. Y así, aplicándose un tanto a la retórica y otro tanto a la poética parió los trazos de su efímera existencia...Una tarde se evaporó casi tan de prisa como llegó. Nunca supe bien quien era, nunca supe si de verdad fui yo misma o no fue más que un sueño de opio lejano y delirante. Hoy, desprovista de antifaces traigo a este blog algo...solo un poco de lo que ella me dejó.
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